Limbo: La odisea más corta del mundo

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Hoy se cumple un año de haber abandonado Cuenca, aniquilando millones de universos potenciales en el proceso. Uno de los recuerdos más gratos que tengo de mi corta estancia en la ciudad, es de cuando, estando en clase de Dibujo, empezó a sonar “Wish you were here” en el celular de uno de mis compañeros, y todos (o al menos la mayoría) empezamos a cantarla en coro. Fue uno de esos pequeños detalles que me hizo pensar que no todo estaba perdido. Fin de la transmisión del día de hoy.